lunes, 21 de abril de 2014

Los sueños



Y otro más. Como siempre, dejaré que sea la propia juventud la que hable a través de este altavoz. Hoy Clara nos habla de los sueños y lo que significan para nosotros. Su prosa fantástica y tremendamente personal nos comunica y nos embelesa. Espero que os guste tanto como a mí. Como ya va siendo usual solamente he retocado algún tema de formato pero todo lo demás resulta íntegramente de su propiedad.
Yo ya tengo preparada mi próxima entrada así que ¡estad atentos esta semana! 

Sinceramente, para mí esto es un reto, pero un reto de los grandes. Una no tiene la oportunidad de escribir en un blog de tanta calidad todos los días, por eso quiero mostrar mi agradecimiento hacia Don Luis que me ha dado la oportunidad de hacerlo. Y así sin más, comienzo.
Los sueños. No de esos sueños que tenemos por las noches a la hora de dormir, y de los cuales nos olvidamos la mayoría de veces, sino de esos que permanecen en nuestra memoria en el día a día. Los que nos impulsan a hacer locuras para lograrlos, y que al fin y al cabo nos hacen felices.
Sueños, metas, ambiciones…todos son términos para denominar aquellos anhelos que tienen las personas. Ilusiones que tenemos por momentos, pero que al final se acaban arrastrando, cayendo en el olvido. Dicen que los sueños son lo contrario de la realidad, pero nos engañan. Los sueños no son menos reales que las demás cosas. Por eso os invito a ver esto de otro modo, desde otra perspectiva, pintado de otro color. No siempre tiene que ser fácil, de hecho nunca lo va a ser.
Nadie que haya llegado a lo alto ha sido únicamente por el talento, sino por el esfuerzo que no vemos, por el que han sufrido y dado todo. Todos, (y recalco el “todos”), podemos lograr nuestros sueños si creemos en nosotros mismos. Pero no os voy a hablar de lo que ya sabéis, sino de cómo conseguirlo.
Para empezar, deja todo lo que estas haciendo. Relájate, y piensa en eso que te mueve y que te llena, que hace que tu vida se endulce. Piensa en como sería lograr ese sueño, vivir haciendo lo que más te gusta y ser feliz por ello. Y ahora dime, ¿No lo darías todo por eso? ¿Por tachar tus problemas y centrarte en lo que verdaderamente importa?
Da igual quién seas y las condiciones en las que vivas; ya seas un joven, un anciano, un adulto, un niño… tú puedes.
¿Y si tu sueño fuese ser descubrir la cura contra el cáncer? ¿Y si fuese ser la primera presidenta de España? ¿Y si fuese ser el primer hombre en pisar Marte? ¿Y si fuese ganar un premio Nobel? ¿Y si fuese aparecer en los créditos de una película? ¿Y por qué no? ¿Quién te lo impide? Por supuesto que yo no. Ni nadie puede hacerlo. Porque tú eres el único que manda y decide en tu vida, el que elige como deben ser las cosas. Porque tú escribes el pasado, el presente y el futuro, tú eres el verdadero autor de tu vida.
Sacrifícate por lo que amas y trabaja duro por ello, porque es la mejor forma en la que se puede manifestar la felicidad. Yo también tengo sueños, (una lista de nada menos que cincuenta y siete), y espero y confío que algún día se cumplan.
Dicho esto, levántate y comienza a poner rumbo a tu vida, créete lo que tus sueños te pidan y ten fe. Porque no existen las fronteras para aquellos que se atreven a mirar más allá.

¡Un abrazote para todos! :)

P.D.: espero que os haya gustado mi punto de vista sobre el asunto; ¡comentad y sed testigos de vuestros propios logros!

Clara.

martes, 8 de abril de 2014

¿Tiene futuro la filosofía?

¡Hola compañeros!

Vaya preguntita que planteo hoy. En el contexto de la sociedad actual nos encontramos habitualmente con esta opinión de que la filosofía quizás pudo ser válida en otros tiempos y otras culturas pero no hoy en día. Hoy hemos "crecido" intelectualmente y "madurado" lo suficiente como para saber que todo eso de la filosofía y la discusión racional son cuentos de hadas y algo parecido a lo que hacen los perros cuando persiguen coches: no sabríamos qué hacer si encontrásemos lo que buscamos.

No ha sido siempre así. En otras épocas tenían el convencimiento de que el pensamiento racional podría finalmente tras muchos e incontables esfuerzos encontrar la verdad (o, al menos, descartar definitivamente los errores). Por ejemplo, en su candorosa ingenuidad los griegos estaban convencidos de que tarde o temprano la verdad saldría a la luz, se desvelaría (no en vano verdad en griego se dice aletheia "desvelamiento"). Así pues, la práctica de la filosofía se convierte en una herramienta imprescindible para el análisis y posterior desvelamiento de la realidad. En ellos la filosofía resultaba ser una práctica social, un deber cívico con la polis.

Algo parecido ocurre durante toda la modernidad, momento en el que el hombre se halla plenamente convencido de que mediante el uso de la razón podremos desentrañar los profundos secretos que la naturaleza esconde y someterla a nuestro dominio implacable. La filosofía se convierte en el instrumento de los científicos y los físicos. No olvidemos que la escisión entre filosofía y ciencia se produce posteriormente; antes de esa división los científicos se autodenominaban filósofos naturales y uno de los libros científicos más importantes jamás escritos así nos lo recuerda:


Los "Principios Matemáticos de Filosofía Natural" de sir Isaac Newton

Con este impresionante pedigrí cualquiera podría pensar que la filosofía había llegado para quedarse pero en esta época contemporánea el descrédito que ha sufrido la razón y el pensamiento racional ha alejado a la filosofía del hombre común y de la sociedad. No hay más que ver el retroceso que sufre en planes de estudio y en la universidad actualmente. Esto no obedece a otra cosa que a un alejamiento progresivo de los intereses de la sociedad actual. No debemos ver en ello una oscura "mano negra" que desde el poder busca desacreditar y eliminar el pensamiento de los planes educativos y culturales a todos los niveles porque, simplemente, ese pensamiento hace mucho que ha desaparecido.

Vaya conclusión más deprimente. Si todavía no habéis decidido cortaros las venas sabed que sin embargo soy optimista (al fin y al cabo, ¡no puedes dedicarte a la educación y ser un pesimista!). Creo que el pensamiento rara vez desaparece sino que simplemente se transforma. Todas las épocas han vivido (y sobrevivido) momentos de gran desconcierto y duda, en los que todo aquello sobre lo que nos apoyábamos parece desmoronarse y derrumbarse. Una de las creencias más sólidamente arraigadas en la cultura occidental era la de que la racionalidad constituía una vía de acceso privilegiada a la realidad y la verdad. Nietzsche nos abrió los ojos (a la fuerza) mostrándonos la insuficiencia de ese planteamiento y nos permitió explorar otros caminos a esa realidad (como, por ejemplo, el arte).

¿Quiere decir eso que la filosofía ha muerto? ¿Es imposible realizar una discusión racional sobre la realidad y la verdad? ¿Firmaron Nietzsche y los pensadores irracionalistas la carta de defunción de la filosofía?

Espero vuestros comentarios, ¡saludos filosóficos!