sábado, 21 de julio de 2012

II) Las tres grandes preguntas filósoficas: ¿Cómo debemos comportarnos?

¡Saludos compañeros!

Tal y como prometí hace unos días hoy voy a plantear la segunda de las tres preguntas filosóficas de Kant. Si recordáis, la primera tiene que ver con el conocimiento y la realidad: ¿qué podemos conocer? Esta segunda pregunta tiene una vertiente mucho más práctica y tiene que ver con la ética y la moral. Cómo habréis visto en el título, la pregunta es ¿cómo debemos comportarnos? Como todas las preguntas filosóficas siempre parece algo simple y evidente de primeras. Vamos a intentar darle esa vuelta de tuerca que siempre le damos (porque las preguntas simples son demasiado mainstream).

La primera pregunta hacía referencia a la cuestión de la verdad. Es decir, qué significa decir que una proposición (una frase) es verdadera. Esta segunda pregunta hace referencia al tema del bien. O sea, ¿qué es lo que hace que una acción sea moralmente buena? Pongo lo de "moralmente" en negrita porque hay que distinguir entre que una acción sea "técnicamente" buena o "moralmente" buena. Cuando decimos que alguien es bueno tocando la guitarra, no estamos afirmando nada sobre su moralidad porque en realidad puede ser una persona horrible. Y viceversa, si afirmamos que una persona es buena, sin más, sí que estamos realizando un juicio moral.

Así pues, y hecha esta distinción relevante, pasamos a lo que realmente importa: ¿qué diferencia una acción normal de una acción moral? Es decir, ¿qué diferencia hay entre una persona buena, virtuosa, y un virtuoso -por ejemplo- de la música? ¿Qué convierte a una acción en moral? Parece que esta pregunta -¡una vez más!- no tiene mucho sentido. Voy a intentar ilustrarlo con unos ejemplos.

Ejemplo 1: hemos ido de excursión al monte y hemos llegado a la cima de la montaña tras arduos esfuerzos. Llevados por nuestro contento nos asomamos al borde de la cima y contemplamos el mundo bajo nuestros pies. Agarramos una piedra y la lanzamos por el borde lo más lejos que podemos, por el solo placer de verla caer. Recogemos el petate y volvemos a casa con el corazón henchido y la sonrisa en nuestra alma (toma ya).

Ejemplo 2: hemos hecho la misma excursión y al tirar la piedra hemos dado sin querer a un transeúnte, matándole al instante.

Ejemplo 3: hemos hecho la excursión y nos hemos topado con una persona a la que siempre hemos odiado. Sin mediar palabra, cogemos una piedra y se la lanzamos, matándola al instante.

Ejemplo 4: estamos alegremente de excursión y somos atacados por un bandido. Movido por la desesperación, en medio del combate agarro una piedra, la lanzo y le golpeo, matándole al instante.

A una misma acción (lanzar una piedra) le corresponden juicios diferentes. ¿Cuáles de estos ejemplos son acciones morales? Pocos dirían que el primer ejemplo es de consideración moral, pero en los tres restantes la moralidad es más difusa, excepto quizás en el tercer ejemplo. Ahora entendemos la pregunta de Kant, ¿qué convierte a una acción moral en un tipo de acción diferente a las demás?

Simplificando enormemente el tema voy a apuntar que hay dos tendencias en la historia de la filosofía acerca de la moral:

a) El eudemonismo (o teorías de la felicidad): para el eudemonismo son buenas las acciones que nos conducen a la felicidad, malas las que nos hacen desgraciados y neutras (o indiferentes en la moral) las que ni nos acercan ni nos alejan. Por tanto, la acción que realicemos solamente será buena moralmente si nos hace felices.

Por supuesto, los caminos hacia la felicidad son sinuosos y poco claros, lo cual no ayuda a la hora de intentar establecer normas morales. Por eso los filósofos han discutido sobre si la felicidad la da el placer, el conocimiento, el poder, el dinero, etc. En función de cuál sea el fin unos tendrán unas normas u otras. Es decir, son éticas con contenido, con normas morales que hay que seguir. El ejemplo más claro de ética con contenido son los diez mandamientos. Por tanto, el fin de toda acción moral es la felicidad y ha de llevarse a cabo siguiendo una serie de normas que nos conducen hacia ella.

b) El formalismo kantiano: para Kant (y los kantianos) una acción moral no es la que está motivada por la felicidad sino por el deber. De hecho, hacer cosas que no nos hacen felices por deber es el más claro acto moral que podemos realizar.

Pone el ejemplo siguiente (prometo que es el último por hoy). Alguien que visita siempre a sus padres porque le hace feliz será un santo pero no está realizando actos morales, porque lo único que guía sus acciones es hacer lo que gusta y le hace feliz. Por tanto, esas acciones no tienen ningún mérito. Sin embargo, el que lo hace cuando no le apetece porque considera que es su deber está realizando una acción verdaderamente moral. Precisamente porque no lo hace para ser feliz, sino simplemente por deber. Además los criterios de las ética eudemonistas son variables: el día que a alguien le haga feliz torturar a la gente podemos tener ciertos problemas...

Para él solamente hay una sencilla regla: "actúa de tal manera que tu comportamiento pueda servir de ejemplo para el resto de la humanidad". No hay más reglas ni normas, sino solamente esa. Cada uno de nosotros cada vez que actuamos debemos pensar si lo que hacemos es ejemplar para los demás.

Ayyyy, si los políticos siguiesen esta sencilla regla, otro gallo cantaría... En fin, el próximo día veremos la tercera y última de las preguntas de la filosofía. ¡La más importante me atrevería a decir! En fin, pongo el punto final que ya me he enrollado lo suficiente.

Como siempre sentíos libres de comentar, ya sea acerca de mi moralidad o de la de los demás ;)

¡Saludos filosóficos!

2 comentarios:

  1. Estoy haciendo un repaso por todos tus post, y he de decir que desde luego has resumido mucho el tema de las corrientes éticas XD no sin bastante acierto creo yo, teniendo en cuenta que tal vez estas sean las más fáciles de ver/entender.
    Muy buen blog, en serio!

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    1. Hola Pablo,

      Sí, he resumido muchísimo las opciones éticas porque entrar a valorar individualmente cada corriente (utilitarismos, consecuencialismos, emotivismos, existencialismos, éticas del diálogo, etc.) nos llevaría muy lejos y no es la intención presentar algo tan exhaustivo en un blog divulgativo como este. La idea es presentar las preguntas y ejemplos de respuestas, ¡pero prefiero que cada lector saque sus propias conclusiones!

      ¡Gracias por comentar!

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