¡Hola compañeros!
Hoy me siento obligado a escribir una entrada inusual. No resulta inusual el tema que vamos a tratar (del que ya hablamos en su momento) pero sí el porqué de que lo volvamos a traer a colación.
Resulta que hace unas semanas me topé mientras curioseaba por internet, la red de redes, con una noticia pintoresca que podemos revisar aquí. Para aquel que no quiera -sabiamente- pinchar en un enlace a una página desconocida le resumiré la noticia: básicamente nos dice que unos matemáticos han conseguido demostrar científicamente que Dios existe. ¡Nada más y nada menos! A través de un macbook y con unos simples algoritmos han conseguido demostrar algo que los filósofos llevan debatiendo siglos (¡o incluso milenios!). ¿Qué está pasando aquí? ¿Es esto posible? ¿Hemos sido los filósofos devorados por unos fanboys de Apple?
Como siempre, la cosa no resulta tan sencilla, así que revisemos los hechos. Hace unas décadas el lógico Kurt Gödel trató de llevar al terreno de la lógica el famosérrimo argumento ontológico de la existencia de Dios, el cual ya fue estudiado por nosotros aquí (siempre adelantándonos a la noticia, señores). Básicamente lo que hizo fue traducir a lenguaje lógico el argumento, para tratar de averiguar si es válido o no (es decir, si funciona o es un camelo). Gödel mismo no se interesó más por este tema, pero investigadores actuales han decidido poner a prueba esas fórmulas lógicas y comprobar si son válidas a base de cálculos lógicos (los detalles del funcionamiento de la lógica exceden por mucho las pretensiones de este blog) que realizaría un ordenador (el famoso Macbook).
Pues bien, resulta que los cálculos han demostrado sin lugar a dudas que la argumentación lógica que el señor Gödel había propuesto es correcta; por tanto, el argumento ontológico es lógicamente válido; por tanto, Dios existe.
Este es el resumen de la cuestión. ¿Termina aquí la cosa? ¿Estamos ya todos obligados a admitir la existencia de Dios porque un ordenador así lo ha confirmado? En realidad, hay que considerar varios aspectos al analizar esta noticia.
a) Una argumentación lógica no es capaz de decirnos si lo que defiende es verdad o mentira. Solamente puede indicarnos si lo que sostiene es válido o inválido. Es decir, la lógica no busca la verdad, sino solamente la coherencia. Por tanto, si tú partes de premisas falsas pero la lógica interna es coherente, el argumento será válido, aunque resulte falso.
b) El argumento ontológico ha sido criticado por muchos filósofos no por ser inválido, sino por partir de premisas como poco cuestionables. Y no ha sido criticado por ateos solamente, sino que grandes doctores de la Iglesia (como santo Tomás de Aquino) han cuestionado la verdad de este argumento. En concreto, aunque no pretendo ahondar en ello, critican la premisa de que la existencia sea una perfección más (como ser sabio, o ser bueno).
¿Qué debemos concluir de todo esto? Pues que resulta estupendo que la ciencia abra su mente a cuestiones estrictamente filosoficas; nos ayuda a retomar temas largamente olvidados y nos renueva con ideas frescas viejos temas de discusión. No obstante, el argumento sigue en el candelero, pues un Macbook puede calcular más deprisa que nosotros y de modo más fiable una secuencia lógica, pero no nos puede confirmar si las premisas en las que se basa ese argumento son correctas y verdaderas.
Aunque para ser sinceros, nosotros llevamos siglos peleándonos por lo mismo.
¡Saludos filosóficos!
Esto de hacer argumentos válidos pero no verdaderos está muy extendido entre políticos ¿no? Son capaces de sacar dos conclusiones válidas y contrarias de una misma información...
ResponderEliminar¡Un placer seguir leyéndote a tí y al auténtico presocrático!
Y raramente son ni siquiera válidas esas conclusiones... Sería demasiado esperar de ellos, me temo yo.
Eliminar¡Gracias por comentar!