lunes, 3 de febrero de 2014

Contractualismo (o los modernos se ponen a hablar de política)

¡Hola filósofos!

Hoy vamos a hablar de algo un poco polémico (por una vez, que parece que siempre toco temas asépticos que no levantan ampollas): ¡política! Bueno, en realidad es filosofía política. Y al tratarse de filosofía política no debemos olvidar que todo lo que se menciona no dirige a ningún partido, preferencia u opción política en particular sino que son reflexiones en voz alta que tratan de arrojar alguna luz sobre conceptos que se tratan habituamente pero que no paramos a pensar en ellos con detenimiento. Mi intención es realizar una serie de artículos sobre filosofía política (que no deja de ser mi parte favorita de la filosofía) pero ya sabéis que ando liado estos tiempos y me cuesta un mundo encontrar un rato para dedicaros. ¡No os olvido! Hoy le toca el turno al contractualismo y la filosofía moderna.

Durante toda la época clásica y gran parte de la medieval se había extendido la idea de que la sociedad resultaba algo connatural al hombre. Era un impulso natural del hombre el fundar sociedades y reunirse en ellas. Al fin y al cabo, nadie puede bastarse a sí mismo sino que siempre requiere de los demás para proveerse de los bienes adecuados para una vida auténticamente humana. Es por eso que Aristóteles decía que el hombre es un "animal político" y que ningún hombre puede vivir en soledad, solamente los dioses y las bestias son capaces de eso.

Esto, que nos puede parecer razonable a muchos, fue puesto en duda -¡cómo no!- por todos los hipsters de la modernidad. Básicamente argumentaban que la sociedad no era un impulso natural de los seres humanos sino que surgía de un contrato firmado entre todos los integrantes. Para estos hombres el estado natural del hombre era vivir en libertad sin leyes ni normas sociales. Obviamente un estado de este tipo es bastante inseguro, pues rápidamente los fuertes se harían con el control de la situación y los débiles sufrirían bajo su yugo. Así pues, las gentes de bien deciden reunirse y firmar un contrato por el cual ceden una parte de su libertad a unos pocos a cambio de más seguridad.



 Versión ¿manga? del contrato social de Rousseau WTF!!


A la idea de que la sociedad surge a través de un "contrato social" se le llama en filosofía contractualismo y no hay prácticamente filósofo moderno alguno que se libre de esta tentación. Evidentemente, existen matices en las características de ese estado presocial o del tipo de contrato que se firma pero en todos ellos se da la misma característica del contrato (de otro modo, no podríamos tildarles de contractualistas).

Obviamente, ellos no están hablando de un momento histórico en el que esto sucediera sino que siempre se mantienen en un plano teórico de hipótesis. En el fondo, se trata solamente de discutir esa afirmación clásica de que la sociedad surge por un impulso natural del ser humano. Para los pensadores modernos la sociedad es un invento racional que no es en absoluto natural, sino que procede de los dictados de nuestra razón. No es, por así decirlo, un acto espontáneo e inconsciente sino una acción deliberada y meditada que nos ha llevado a constituirnos en el tipo de sociedad que somos.

Por este motivo comienzan a proliferar en estas épocas las constituciones nacionales y las cartas magnas, que no son otra cosa que contratos que firman los miembros de esas sociedades. Y aquellos barros traen estos lodos...

¿Qué sois vosotros, naturalistas o contractualistas? ¿Camináis por una senda clásica u os inclináis por un ambiente hipster?

¡Saludos filosóficos!


4 comentarios:

  1. La sociedad es un ente ridículo que exige todo y no da nada y es un mito que nace del contractualismo.
    Volvamos a la idea de comunidad, por ejemplo.

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    1. ¿Y cómo es esa idea de comunidad? ¡Muchas gracias por comentar!

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  2. La Politica!!. La gran prostituta de nuestra sociedad.
    Politica = Utopia.
    Si yo; me acerco 10 pasos Ella se aleja otros 10 pasos, Si me alejo otros 10 pasos, ella se acerca 10 pasos. Nunca habra un momento. ¿Que es la Utopia?. Pues sinceramente, el poder caminar!!.

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    1. hay una conexión muy fuerte entre los pensamientos utópicos y la política. Aaah, ¿podremos algún día desembarazarnos de ellos?

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